El príncipe destronado de Miguel Delibes
EL PRÍNCIPE DESTRONADO
En este libro de Miguel Delibes, nos relata como es la niñez, una etapa en la que cada minuto es un descubrimiento para esas personitas tan pequeñitas y tiernas a las que llamamos niños. Cada día que pasan les encierra un mundo diferente al de ayer. El príncipe destronado discurre en una sola jornada, tiempo suficiente para poder vivir muchas de las sensaciones y miedos que experimenta un niño de 3 años.
Cuenta con una estructura que se divide en doce capítulos, correspondiendo cada uno a una hora determinada del día. El primero empieza a las diez de la mañana, que es cuando Quico (el protagonista) se despierta, con un grito bestial que reclama atención, y así nos introduce en lo que va a ser la tónica de la novela. Y es que Quico es el quinto de seis hermanos, aquí está el problema de esa atención que tanto pide Quico, él se siente ahora al margen por culpa de su nueva hermanita, Cris, de un año que ahora acapara toda la atención de los que antes la mostraban por el destronado Quico. Él luchará por recuperarla, no parará de compararse, volverá loco a todo el mundo fingiendo haberse tragado una punta por tal de volver a recuperar el protagonismo en su casa. Es el príncipe destronado que da título al libro. El breve relato termina pasadas las nueve de la noche, cuando el sueño se apodera de este chiquitín.
Alrededor de Quico giran otros personajes como la Vito, la chacha apenada por la marcha de su novio Femio a África, a la guerra. También está la Domi otra de las empleadas del hogar, es la niñera y que a veces ayuda a las tareas domesticas de la pobre Vito. La mamá de Quico no está muy contenta con los servicios de esta, e incluso piensa en despedirla. Además están sus hermanos especialmente Juan, un gran aficionado a la lectura que a causa de estar malo comparte este emocionante día con Quico, también es renombrado Pablo, el hermano mayor, cuyo padre, un ex combatiente (me imagino que en la guerra civil) tiene interés en imponer sus ideas sobre él. No podía faltar su madre, cuyas frustraciones son reflejas, de forma que solo importan en la medida que transcienden a Quico. Y así, hora tras hora, estos personajes van completando y enseñando sus respectivas personalidades y la forma de ver las cosas por el joven Quico.
Se trata, pues, de un retrato de la niñez, ambientado en un periodo que permite algunas alusiones al régimen político de Franco, y adornado con breves apuntes domésticos. Los padres mantienen una difícil relación, los conflictos de la madre con las empleadas del hogar, o las duras condiciones del servicio militar de la época. En la casa es todo bastante lujoso, y deduzco que tienen que ser ricos, ya que hay 2 criadas y un chofer. Pero todos esos elementos no son sino objetos adicionales sobre los que proyectar la mirada infantil de Quico.
En El príncipe destronado se hacen muchas incursiones en el mundo cotidiano, la normalidad de la vida. Nos habla de una situación que podría haber sido perfectamente real en los años setenta, es como la popular serie Cuéntame cómo pasó pero en forma literaria, fíjense que las dos son narradas desde el punto de vista de un niño, en TV por Carlitos y en el libro por el rubio más pequeño de la casa Quico.
En mi opinión El príncipe destronado es un libro que no debe faltar en ningún estante que se encuentre en territorio español, puesto que es una joya de la literatura española llamada a resistir el paso del tiempo.
En este libro de Miguel Delibes, nos relata como es la niñez, una etapa en la que cada minuto es un descubrimiento para esas personitas tan pequeñitas y tiernas a las que llamamos niños. Cada día que pasan les encierra un mundo diferente al de ayer. El príncipe destronado discurre en una sola jornada, tiempo suficiente para poder vivir muchas de las sensaciones y miedos que experimenta un niño de 3 años.
Cuenta con una estructura que se divide en doce capítulos, correspondiendo cada uno a una hora determinada del día. El primero empieza a las diez de la mañana, que es cuando Quico (el protagonista) se despierta, con un grito bestial que reclama atención, y así nos introduce en lo que va a ser la tónica de la novela. Y es que Quico es el quinto de seis hermanos, aquí está el problema de esa atención que tanto pide Quico, él se siente ahora al margen por culpa de su nueva hermanita, Cris, de un año que ahora acapara toda la atención de los que antes la mostraban por el destronado Quico. Él luchará por recuperarla, no parará de compararse, volverá loco a todo el mundo fingiendo haberse tragado una punta por tal de volver a recuperar el protagonismo en su casa. Es el príncipe destronado que da título al libro. El breve relato termina pasadas las nueve de la noche, cuando el sueño se apodera de este chiquitín.
Alrededor de Quico giran otros personajes como la Vito, la chacha apenada por la marcha de su novio Femio a África, a la guerra. También está la Domi otra de las empleadas del hogar, es la niñera y que a veces ayuda a las tareas domesticas de la pobre Vito. La mamá de Quico no está muy contenta con los servicios de esta, e incluso piensa en despedirla. Además están sus hermanos especialmente Juan, un gran aficionado a la lectura que a causa de estar malo comparte este emocionante día con Quico, también es renombrado Pablo, el hermano mayor, cuyo padre, un ex combatiente (me imagino que en la guerra civil) tiene interés en imponer sus ideas sobre él. No podía faltar su madre, cuyas frustraciones son reflejas, de forma que solo importan en la medida que transcienden a Quico. Y así, hora tras hora, estos personajes van completando y enseñando sus respectivas personalidades y la forma de ver las cosas por el joven Quico.
Se trata, pues, de un retrato de la niñez, ambientado en un periodo que permite algunas alusiones al régimen político de Franco, y adornado con breves apuntes domésticos. Los padres mantienen una difícil relación, los conflictos de la madre con las empleadas del hogar, o las duras condiciones del servicio militar de la época. En la casa es todo bastante lujoso, y deduzco que tienen que ser ricos, ya que hay 2 criadas y un chofer. Pero todos esos elementos no son sino objetos adicionales sobre los que proyectar la mirada infantil de Quico.
En El príncipe destronado se hacen muchas incursiones en el mundo cotidiano, la normalidad de la vida. Nos habla de una situación que podría haber sido perfectamente real en los años setenta, es como la popular serie Cuéntame cómo pasó pero en forma literaria, fíjense que las dos son narradas desde el punto de vista de un niño, en TV por Carlitos y en el libro por el rubio más pequeño de la casa Quico.
En mi opinión El príncipe destronado es un libro que no debe faltar en ningún estante que se encuentre en territorio español, puesto que es una joya de la literatura española llamada a resistir el paso del tiempo.
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